F & F Media Corp.

Capacidades y objetivos

F & F Media Corp. es una empresa de promocion y publicidad especializada en establecer el puente profesional entre el cliente y los medios de comunicación. Atiende listados competitivos de periodistas en Estados Unidos, América Latina, España y otras partes del mundo y tenemos una base de datos que excede los 44 mil contactos.Profundizamos el trabajo promocional y de relaciones públicas con nuestros artistas en todas las áreas: prensa escrita, radio, agencias de cable, televisión e Internet.Redactamos todo material de texto que se requiera como herramienta de exposición y que los medios de comunicación necesitan como biografías, comunicados de prensa, perfiles de trabajo, guiones, contenido para comerciales, comentarios y formatos de programas tanto para radio como para televisión.Estamos en la capacidad de colaborar en la redacción de la página de Internet del cliente, así como su mantenimiento en los textos y el correcto asesoramiento de las personas involucradas en el proyecto.Redactamos en inglés y español desde nuestra sede en la ciudad de Miami, Estados Unidos y contamos con sucursales en Venezuela, Colombia, Puerto Rico y República Dominicana. Podemos realizar planes promocionales que antecedan al lanzamiento de un álbum, un evento, un programa, o cualquier tipo de presentación que necesite informar a los medios de comunicación.Además, organizamos conferencias de prensa, de ser preciso, así como la representación del talento frente a los medios. F & F Media Corp. puede redactar y enviar a sus contactos en Iberoamérica y Estados Unidos todo tipo de noticia en referencia a las diferentes divisiones de la corporación, así como la consecuente respuesta a cada uno de los periodistas e informadores que así lo requieran. Somos asesores profesionales y contamos con un equipo de trabajo que labora en la creación del disco desde los diseños y empaques principales, hasta su llegada a las tiendas.

CRÍTICAS PUBLICADAS AL PIANISTA ADOLFO FERNÁNDEZ

"El joven pianista Adolfo Fernández García es la personalidad más prometedora que he escuchado en los años cumplidos por nuestra Revolución. Su profunda capacidad para desentrañar la esencia de las obras que ejecuta revela un talento excepcional. Es urgente, a mi juicio, orientar de inmediato sus estudios bajo una sabia dirección, a fin de que logre el equipo técnico que hará de él, in lugar a dudas, uno de los grandes músico-intérpretes de nuestra época".

Harold Gramatges, compositor y musicólogo cubano

"Cuando un pianista joven -y no decimos "joven pianista" porque este sintagma ha devenido lugar común-, bien dotado en lo técnico y apto para abordar con autenticidad cualquier estilo, no orienta su trabajo como intérprete hacia los "clichés" clásicos del teclado, sino que asume una línea menos propicia al fácil aplauso ante lo muy conocido y enfrenta programas de difícil integración por la heterogeneidad de los materiales, el caso nos mueve a reflexiones más profundas. Esta actitud ha despertado en nosotros el pianista Adolfo Fernández. Joven, armado de una técnica segura y brillante, capaz de recrear cualquier género, textura o forma histórica, Adolfo Fernández ha proyectado su trabajo artístico hacia la música cubana y latinoamericana, ya sean los clásicos "criollos", los románticos "nacionalistas" o los contemporáneos de nuevo lenguajes. En esto vemos el elevado concepto de la responsabilidad artística que preside la actitud de este pianista cubano. Su madurez intelectual y su justo criterio del papel del intérprete en la vida cultural de un país. Gracias a su capacidad y dedicación hemos venido escuchando en recitales y conciertos obras de las que solo tendríamos algunas referencias literarias. Y, lo más importante, Adolfo Fernández logra con estas obras un fenómeno que no siempre se realiza en salas de conciertos. Nos referimos a la forma en que este pianista consigue interiorizar la obra que asume -cualquier que ella sea- para ofrecernos una recreación tan orgánica, espontánea y convincente que llegan a desaparecer las costuras estructurales y las especulaciones técnicas para dejarnos en presencia de la creación artística como entidad comunicativa de lenguaje superior y como reflejo activo de una emoción estética. Esta relevante categoría interpretativa -alcanzada por Adolfo Fernández en cada obra de sus programas- sólo se obtiene a partir de un auténtico talento musical, un estudio concienzudo, y un profundo sentido del compromiso histórico del artista. En esas virtudes se afianzan el alto nivel y el poder sugestivo de su interpretación pianística".

Ángel Vázquez Millares, crítico musical

Nos interesa presentar a través de esta carta nuestra opinión acerca del trabajo como pianista del joven Adolfo Fernández.

Siempre hemos recomendado al pianista desde nuestro contacto en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, donde recibió clases técnicas conmigo (Contrapunto, Orquestación, Morfología, Armonía Contemporánea y Música para cine, entre otras).

Su participación en los conciertos de la Casa de las Américas lo acreditan como uno de los más sólidos intérprete de música contemporánea.

Pienso que la musicalidad innegable de este joven intérprete necesita de la ayuda del estudio riguroso de alto nivel en lo pianístico y en lo técnico, para la cual una beca de estudios sería ya más que necesaria.

Leo Brouwer, Guitarrista y Compositor, 1971

Adolfo Fernández es uno de los casos extraordinarios de pianista que, poseyendo una completa formación académica, no tiene prejuicios contra lo popular, no tiene prejuicios contra lo nacional. Porque, hay que decirlo, infortunadamente nuestros instrumentistas, han solido formarse en criterios de admiración casa fetichista por la gran música europea y en el menosprecio de nuestra música nacional, lo que puede ampliarse hasta comprender a casi toda la música de Latinoamérica.

Adolfo Fernández, por el contrario, evalúa la producción nacional y la de nuestro continente, confrontándola a veces con ventaja con la producción reconocida por las academias y conservatorios. De igual modo, su mente universal refleja su capacitación perfecta de la virtud ontológica de la cuarta dimensión en la música: arte que no solo sucede en el tiempo, sino que se desarrolló durante el tiempo y en el transcurso de éste a dado sus frutos más granados. Fernández sabe detectarlos, desde Perotinus hasta las vanguardias contemporáneas, y hacerlos suyos con la convicción y la verdad subjetiva imprescindibles para recrear la obra de arte.

Cuando haya alcanzado en su instrumento el supremo virtuosismo (me gusta usar esta palabra, aunque existe una moda de vituperarla), Adolfo Fernández unirá su nombre al de Jesús María Sanromá, Ernesto Lecuona, Hugo Balzo, es decir, se colocará en primera fila entre los intérpretes de la música de esta que José Martí llamó: "Nuestra América". Talento para eso, ya lo tiene.

Hilario González, Compositor y pianista cubano, 1978

Siempre he considerado a Adolfo Fernández un verdadero artista, aún en aquellos momentos que arrancan en nuestros no muy lejanos años de conservatorio. Momentos que han dado ese pequeño impulso inicial, tan necesario y transformador, a unas relaciones profesionales, haciéndolas devenir en "vieja" camaradería. Momentos aquellos también, en que nos debatíamos en vencer programas de estudio que resultaban inoperantes, a pesar de las buenas y secretas intenciones que los mismos encerraban. Programas que, al alumno que resultó ser Adolfo, chocaron con su fuerte y marcada personalidad, sus intereses definidos, pero siempre novedosos y su gusto sutil y especial para traspasar esa puerta, por largo tiempo vedada en nuestros conservatorios: la de la música cubana y latinoamericana, ya sea romántica o de corte nacionalista, de vanguardia o de fuerte raigambre popular.

Pero llegó el momento en que se rompía un mito: el alumno, abandonando las aulas del conservatorio, iniciaba un largo y original camino que encuentra su culminación en el rito que es su entrega como intérprete a un público. Y aquí nos encontramos con la magia de cada una de sus presentaciones, magia que se traduce en el afianzamiento y multiplicación de sus antiguos valores, pero a la vez el surgimiento y la consecuente irradiación de los nuevos, que se traducen en una necesidad, ya vital en él, de dar a conocer, sistemáticamente, lo mejor de nuestra producción pianística, ya sea dando primeras audiciones mundiales o desempolvando, de museos, nuestra injustamente olvidada música.

Juan Piñera, Compositor y pianista, 1978

En el actual empeño por el rescate de nuestro patrimonio cultural, surgen artistas en nuestro pueblo que por su amor a nuestra música y a toda la de Latinoamérica, con firma actitud, ha conquistado entre nosotros admiración y respeto.

Este es el caso de Adolfo Fernández, que, a más de una capacidad técnica y artística, ha demostrado grandes dotes para la interpretación de la mejor música latinoamericana de todas las épocas, habiendo estrenado en Cuba obras de varios países de Nuestra América.

Consideramos que es urgente que este artista excepcional amplíe sus estudios en manos de un gran maestro de su instrumento, para lo que es necesario una beca que le permita realizar lo que llevaría a una plenitud las capacidades extraordinarias de que no da muestra día a día en sus actuaciones.

Héctor Angulo, Compositor cubano, 1971

"El joven Adolfo Fernández, es un joven y excelente pianista con gran porvenir. Posee una musicalidad que le permitirá alcanzar, en poco tiempo, la madurez necesaria para grandes empeños. Es, sin duda, -en mi opinión- el joven con más posibilidades de desarrollo, por lo tanto estimo que debe tenerse muy presente para las próximas becas de perfeccionamiento".

Manuel Duchesne Cuzán, director de orquesta

"Adolfo Fernández is a most accomplished musician, with a special sense of style, brilliant technique and musical insight. Especially noteworthy is his Cuban 19th Century piano repertoire and his extensive knowledge of Latin American composers. As a guest artist of the City of Miami/OAS International Artists?s Series, Mr. Fernández?s concert in July, 1981, drew a well deserved standing ovation from the packed audience at the Koubek Memorial Center".

Dr. Antonino Hernández-Lizaso, Composer

"Si dar con un buen intérprete de música -alguien que, más que mero ejecutante, cree, mediante el instrumento, la obra ajena como cosa propia, poniendo en ella mucho de sí, su alma- es fenómeno poco frecuente; encontrar a un intérprete, muy joven además, que se haya dedicado por años a la búsqueda de la música olvidada de su país y de otros países para estudiarla con pasión e incorporarla finalmente a su repertorio, es ya un caso, poco menos que insólito de sensibilidad y profesionalismo. Tal sucede con Adolfo Fernández, que une a sus notables dotes pianísticas la seriedad del investigador y la dedicación de un verdadero artista. Nacido en Cuba hace 29 años, y residente en este país [Estados Unidos] desde hace muy poco, Fernández, con una sólida cultura musical y natural talento, llamaría pronto la atención de los compositores cubanos más avanzados: Harold Gramatges, Leo Brouwer, Héctor Angulo, Juan Piñera y otros, llegando a ser el intérprete favorito de la mayoría de ellos estrenando muchas de sus obras".

Vicente Echerri, Poeta, Escritor y Crítico de Arte

Concierto en la bliblioteca                                                                                                                                         El pianista Adolfo Fernández continúa su meritoria labor de desempolvar y sacar a la luz nuestras valiosas tradiciones pianísticas.En el concierto ofrecido en la noche de ayer, en la Biblioteca Nacional José Martí, este joven músico nos permitió atrapar una muestra representativa del pianismo cubano del pasado y del presente siglo. Contradanzas, danzas y danzones fueron interpretados con gran destreza, y sobre todo con una total interiorización del significado expresado, logrando así al público un depurado ambiente de cubanía.

El programa dio comienzo con un grupo de contradanzas, en las cuales era evidente un riguroso principio de selección por parte del intérprete. Las contradanzas escuchadas -con su habitual estructura de dos partes contrastantes rítmicas y expresivamente- representaban intenciones muy diferentes en este género que abarcó gran parte del siglo XIX cubano.

La audición de Santa Taé, de autor anónimo, fue posible gracias a una minuciosa labor de ampliación -con lupa- pues estaba incluida a manera de pequeña ilustración en un libro de Emilio Bacardí. En este doble sentido, artístico e investigativo, Adolfo hizo suceder otras joyas del género: Fernández de Coca, Silvano Boudet, Buelta y Flores (uno de los músicos citados por Cirilo Villaverde en la novela Cecilia Valdés) hasta llegar a Manuel Saumell. Un Saumell desconocido, ya que las contradanzas La luz, El disimulo, Recuerdos de Gottschalk y La Linda, fueron halladas recientemente entre los materiales del Museo Nacional de la Música. Recuerdos de Gottschalk, aunque calificada por su autor como contradanza, sugiere la intensión del canto a partir del lirismo evocativo de la melodía, en contraste evidente con otras contradanzas imbuidas del espíritu del baile que dominó nuestro siglo XIX.

La primera parte también incluyó obras de Gottschalk, Guerrero, Pedro García y Cómo tú quieras, ¡Ay!, Ay! de Gaspar Villate, en esta última los compases iniciales sugieren la introducción danzonera y nos alertan ante las postrimerías del ochocientos.

Las danzas ocuparon la segunda parte del programa. En autores como Lecuona, Tomás Tomás, Anckermann y Sánchez de Fuentes, Adolfo interpretó cabalmente la individualidad artística de cada uno, a la vez que alcanzó su propósito de llevar al oyente a través de un programa evolutivo.La obra Toque de Clave, de Gisela Hernández, siempre resulta impactante por su fuerza y emocionalidad. La estructura rítmica del toque tradicional de las claves cubanas, junto a recursos estilísticos, postimperialistas, fueron aprendidos por el intérprete y tuvo como resultado el logro del ambiente a la vez diáfano y meditativo de la obra.

"Las dificultades de estos danzones son comparables a las de los más virtuosísticos estudios chopinianos", así se expresó Adolfo de los danzones Nadie se muere de amor y El olvido de la canción de Alejandro García Caturla. Cierto es que abundan en estas obras pasajes de difíciles solución técnica y expresiva, sin embargo, la recompensa estuvo dada en la excelente acogida del público y la avidez por escuchar música cubana.

La obra de Caturla no está suficientemente oída como no lo está, igualmente, una parte considerable de nuestra música, llamémosle tradicional, por lo que este momento del concierto que incluyó otros danzones de Félix Cruz, Anckermann y Urbizu fue aplaudido fuertemente.

La Rapsodia Negra de Ernesto Lecuona finalizó brillantemente el concierto. La obra encierra una síntesis del estilo de este compositor caracterizado por un gran impacto sonoro. La Rapsodia Negra fue escrita para piano y orquesta, pero las versiones pianísticas no eran confiables en cuanto a autenticidad, la obra oída anoche en el fruto de una meticulosa revisión de los investigadores del Museo Nacional de Música.

A través de todo el programa, Adolfo Fernández demostró un pleno dominio de sus notables facultades pianísticas y si destacada fue su actuación, es igualmente destacada su labor de hacer oír a nuestro público obras cubanas y latinoamericanas, tradicionales y contemporáneas, todo lo cual es una característica de su trabajo artístico.

Victoria Eli, Musicóloga, 1978

nuestros clientes

Entre nuestros clientes contamos con sellos multinacionales como SONY BMG, Sony Music, Secada Worldwide, Capitol Latin, EMI Music Televisa, Venemusic, Grupo Origin, Apollo Music, Warner Music Latina, Premium Latin Music y CdA Group, entre otros.

Hemos laborado para artistas como Luis Miguel, Maná, Shakira, Franco de Vita, Enrique Iglesias, Andrea Bocelli, Aventura, India, Tito Nieves,  Jerry Rivera,  Rosana, Huey Dunbar, Rita Indiana, Luis Enrique, Alejandro Sanz, Wason Brazobán, Pandora, Diego Torres, Isabel Pantoja, Vocal Sampling, Fernando Carrillo, Alicia Villarreal, Willy Chirino, Sergio Dalma, Eddy Herrera,  Andy Andy, JannyMarco , Kinito Méndez, entre otros, y para empresas como Televisa Networks, Imagina U.S., Spanish Broadcasting System y América TeVe.

Adolfo Fernández

Pianista y periodista, nació en La Habana, Cuba. Estudió música en el Conservatorio Carlos Alfredo Peyrellade y Amadeo Roldán con las profesoras Isabel Martí y Angela Quintana, respectivamente.Más tarde, continuó sus estudios de música en la Escuela Nacional de Arte de Cuba bajo la dirección de la profesora mexicana Ana Martínez. Fernández prosiguió cursos de Composición, Contrapunto, Armonía Contemporánea, Morfología, Orquestación y Física Acústica en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), con el compositor cubano Leo Brouwer, también tomó clases con el eminente pianista australiano Roger Woodward y el pianista y compositor Harold Gramatges.Mientras vivió en Cuba, tocaba frecuentemente como solista con las orquestas sinfónicas de ese país, además grabó para la firma EGREM tres discos de larga duración. Luego de su arribo a los Estados Unidos, el profesor Fernandez llegó a finalista con mención de honor en la Luchtime Lively Arts Series, patrocinado por el Miami Dade Community College; recibió un homenaje en el extinto Hotel Dupont Plaza de la ciudad de Miami por sus aportes a la divulgación de la música latinoamericana y cubana, especialmente, y más tarde, por encargo de la Ciudad de Miami, editó una selección de obras musicales de maestros compositores cubanos del siglo XIX.En 1981 grabó para la firma Reencuentro Cubano su primer disco de larga duración en Estados Unidos titulado "Contradanzas, Danzas y Danzones", y en este mismo año fue invitado por la Organización de Estados Americanos (OEA) para representar la Ciudad de Miami en un concierto con obras musicales de 12 diferentes compositores del continente americano.En 1984 funda y preside Adolfo?s Institute of the Arts, un concepto de enseñanza artística que agrupó cuatro escuelas: danza, música, artes plásticas y arte dramático. Con más de 300 estudiantes en plantilla y una nómina de 25 profesores, surgieron infinidad de talentos que despuntaron posteriormente como artistas y destacados profesores.Ha ofrecido conciertos en México, Brasil, Argentina, España, Guatemala, Argentina, Venezuela, Colombia y España, entre otros países. Entre 1988 y 1990 trabajó como crítico de música del diario El Nuevo Herald. En el 1991 fue nombrado editor de música del semanario ¡Éxito! del Sun Sentinel/Chicago Tribune en la ciudad de Miami.De 1994 al 2000 dirigió el departamento de publicidad de WEA Latina, subsidiaria de Warner Music Group, Time Warner. Allí laboró directamente con las carreras de primeras figuras de la canción como Luis Miguel, Alejandro Sanz, Maná, Laura Pausini y Fito Páez, entre otros artistas.Del año 2000, hasta la actualidad, dirige su propia compañía, F & F Media Corp., con base en Miami, empresa especializada en la dirección de artistas, realización de eventos internacionales y promoción mundial de los artistas más famosos de Iberoamérica. www.ffmediacorp.com

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