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Cuando se tiene talento y vocación por lo que se hace, la calidad sale a relucir sin mucho esfuerzo. Yamil Jaled es un vivo ejemplo de esta afirmación, pues, como él mismo sentencia, "vivo enamorado de mi carrera". O más bien de sus dos carreras ya que este cubano es titulado en periodismo y en actuación. Jaled nació un 10 de noviembre en La Habana, lugar donde inició sus estudios primarios para luego trasladarse hasta Praga, capital de la República Checa (otrora República Checoslovaca) a cursar 6 años académicos.

En esta experiencia de vida no sólo sufrió el choque cultural de dos tierras tan disímiles, sino que fue testigo de momentos históricos para esta nación como es el caso de la Revolución de Terciopelo, insurrección popular que dio paso a su actual sistema democrático.

Para sí fue "un período fascinante" en el que terminó la enseñanza secundaria y tuvo sus primeros acercamientos al arte escénico. "Allá hice cursos dramáticos con los modelos rusos de actuación y con las técnicas de mimo checas, tan famosas a nivel mundial", puntualiza.

De regreso a la capital cubana, empieza a estudiar una licenciatura en Arte Dramático con perfil en Actuación, y se inscribe, simultáneamente, en la facultad de Periodismo en la Universidad de La Habana. Entretanto, tuvo la oportunidad de actuar en películas extranjeras que se grababan en su país, entre las cuales se encuentra "Che, hasta la victoria siempre", una producción de factura argentina en la que encarnó al revolucionario Fidel Castro, en 1997.

"Realmente no me quedaba más remedio que asumir el personaje de ?Fidel?, pero al ponerme en sus zapatos, pude sentir la perversidad del polémico dictador cubano".De la mencionada academia universitaria obtuvo su doble titulación y de inmediato se enroló en el Grupo de Teatro Rita Montaner.

Con este grupo protagonizó personajes memorables en obras clásicas que le fueron dando prestigio y con los que fue puliendo su talento. "Eran papeles actorales de un carácter muy fuerte, llenos de contradicciones y anhelos que requerían mucha fuerza interpretativa, pero me encantaba que me dieran esos roles", indica.

"El teatro se convirtió en mi válvula de escape porque te hace sentir diferente; te hace volver a las raíces de la actuación, interpretar por hora u hora y media a otro ser humano... siempre es un encanto diferente".Luego de varios años en las tablas decide pisar nuevos escenarios y llegar a otros públicos, y es cuando hace su entrada a los medios de comunicación cubanos. En televisión actuó en adaptaciones teatrales ("Réquiem Por Yarini") y variadas teleseries, algunas de humor ("Punto G") y otras policíacas como "Un hombre de San Leopoldo" y "Tras la huella", de la cual se rodaron tres temporadas.

También tuvo participaciones destacadas, y otras protagónicas, en exitosas telenovelas tales como "Destino prohibido", "La otra cara", "Violetas para mamá" y "Memorias de un Abuelo".A la par con sus actuaciones, realizó narraciones de periodismo deportivo en radio y animó eventos culturales y carnavales provinciales.

En 2007, con una trayectoria de 10 años a cuestas y deseos de crecer como profesional, parte al sur del continente, rumbo a Chile. Allí se dedicó, básicamente, a escribir. Y fue entonces cuando vio la luz un monólogo que lo dejó muy complacido y que presentó en este país, "con mucha repercusión en la comunidad cubana que habita Chile".

El año siguiente emigra a Estados Unidos y aquí retoma el teatro. Primero participa en la obra cómica "Mi mujer se llama Mauricio" en el Manuel Artime Theater de Miami, y luego repone, con excelentes críticas, su pieza unipersonal en el Festival Latinoamericano de Monólogos de Miami.

Ahora en suelo norteamericano se alista para despuntar con sus "dos armas", sus carreras en las artes y la comunicación. "Quisiera desarrollarme en ambos campos, en el periodístico y en el campo actoral, no sólo en el teatro", señala, no sin antes dejar abierta la posibilidad de volver a trabajar en el cine. Sin duda alguna, su profesionalismo le hará conquistar su cometido y permitirá que su talento sea reconocido como uno de los rostros que identifica a la comunidad latina a nivel internacional.